Mantenibilidad en Proyectos de Ingeniería: Algunas Buenas Prácticas

El ciclo de vida de nuestros entregables va mucho mas allá que el cierre del proyecto. ¿Has reflexionado en términos de la mantenibilidad de estas nuevas instalaciones? ¡Te comparto algunas líneas sobre este tema!

Emilio Alvarado Perez

6/2/20243 min read

Los ingenieros tendemos a inspirarnos cuando nos dan el espacio para explotar nuestra creatividad. Especialmente durante nuestros primeros años en la profesión, estas instancias de libertad cognitiva nos permiten soñar y dejarnos llevar por nuestra nutrida imaginación, generando elaboradas soluciones que estamos seguros garantizarán el éxito. Pero algunas veces, podemos dejar pasar algunos aspectos que impactan durante la etapa de producción continua.

Con el pasar del tiempo, vamos entendiendo que la excelencia no se limita a la fase de diseño y construcción. La verdadera medida de éxito se encuentra en la capacidad de mantener y operar eficientemente una instalación durante su vida útil. Es aquí donde entra en juego el concepto de mantenibilidad, el que puede marcar la diferencia entre un proyecto exitoso y una fuente de problemas continuos para la producción.

¿Qué es la Mantenibilidad?

La mantenibilidad se refiere a la capacidad de un sistema, equipo o instalación para ser mantenido, reparado y operado de manera eficiente, siendo una medida en que un diseño facilita y agiliza las tareas de mantenimiento, minimizando el tiempo y los recursos necesarios para llevarlas a cabo.

Algunos de los errores dignos de destacar son los siguientes:

  • Acceso Restringido o Peligroso: Mucha atención con diseños que dificultan el acceso a componentes para mantenimiento o reparación, implicando algunas veces desarmar elementos operativos para poder llegar hasta los componentes defectuosos (y que sea dicho de paso, al instalarlos nuevamente pueden generar otras fallas). O bien, los componentes se encuentran en altura, cuando podrían haberse proyectado a un nivel más accesible.

  • Uso de componentes no estándar: Usar componentes o tecnologías poco comunes dificulta la obtención de repuestos. Por ejemplo, adquirir una máquina algo más económica que otra, podría en apariencia ser un ahorro para el proyecto. Pero cuidado: tal vez la máquina más cara posee componentes estándares y compatibles con otras máquinas ya instaladas, abaratando costos de mantención y repuestos a futuro.

  • Dificultad en el diagnóstico de problemas: Hay que evitar diseños complicados o poco claros puedan dificultar la identificación y solución de problemas. Es mejor recordar siempre la filosofía KISS: Keep It Simple, Stupid.

  • Falta de documentación: Esto es un mal que afecta a todas las instalaciones que he conocido en mi vida profesional. La ausencia de documentación detallada sobre el diseño, especificaciones y procedimientos complejiza las actividades de mantenimiento y reparación. Hoy en día es sencillo digitalizar la información y contar con una base de datos centralizada. Pero de que se necesita tener disciplina para mantener dicha documentación, se necesita.

Entonces, ¿como hacer para evitar incurrir en estos problemas?

Algunas ideas útiles pueden ser:

  • Involucrar al personal de mantenimiento desde el principio: Este aspecto es fundamental. Su experiencia y conocimientos de las instalaciones proporcionan valiosas perspectivas durante la fase de diseño, ayudando a identificar posibles problemas y oportunidades de mejora.

  • Diseño modular y flexible: Optar por un enfoque de diseño modular y flexible facilita la reparación y actualización de componentes individuales sin afectar el funcionamiento general del sistema. Esto reduce los tiempos de inactividad y los costos asociados con el mantenimiento.

  • Planificación del mantenimiento preventivo: Desarrollar un plan de mantenimiento preventivo detallado que incluya inspecciones regulares, lubricación, ajustes y reemplazo programado de componentes puede ayudar a prevenir fallas catastróficas y maximizar la vida útil de los equipos. Y con ello, las ubicaciones y medios en terreno para poder efectuarlo (posición de boquillas, posición de instrumentos, disposición de cárteres, válvulas para bloqueos/purgas, etc.)

  • Capacitación continua del personal de mantención, especialmente en las etapas intermedias y de montaje. El objetivo es que puedan familiarizarse rápido con el nuevo sistema y sean capaces de brindar soluciones apenas la nueva instalación se ponga a producir.

Como bien se ha visto, la mantenibilidad no debe ser abordada en retrospectiva durante el proyecto, sino por el contrario, debe considerarse como un elemento central integrado en todas las etapas de su desarrollo. Al priorizar un diseño que facilite el mantenimiento, se puede garantizar una operación eficiente y rentable a largo plazo, maximizando el retorno de la inversión y la satisfacción de las operaciones y producción.