Impulsando la Excelencia mediante Lean Six Sigma. Todo Project Manager debería conocer sobre esto.
La floreciente industria durante el siglo XIX produjo un clima generalizado de optimismo a través de dos revoluciones claramente identificables: la producción en masa y el uso de la electricidad como fuente de energía. El mundo crecía a pasos agigantados y nada podía salir mal. Pues bien, la humanidad como siempre dijo lo contrario y durante el siglo XX la realidad de las plantas productivas se vió duramente desafiada con dos guerras mundiales y una creciente escasez de recursos. Desafío que se acrecienta hasta nuestros días.
Emilio Alvarado Perez
7/18/20243 min read


La floreciente industria durante el siglo XIX produjo un clima generalizado de optimismo a través de dos revoluciones claramente identificables: la producción en masa y el uso de la electricidad como fuente de energía. El mundo crecía a pasos agigantados y nada podía salir mal. Pues bien, la humanidad como siempre dijo lo contrario y durante el siglo XX la realidad de las plantas productivas se vió duramente desafiada con dos guerras mundiales y una creciente escasez de recursos. Desafío que se acrecienta hasta nuestros días.
Raíces de Lean
Las prácticas Lean tienen sus raíces en los sistemas de producción desarrollados por Henry Ford, con el modelo de ensamblaje en línea, donde cada técnico necesitaba dominar solo una parte del armado del automóvil (antes debían conocer el proceso completo) y Toyota, quien desarrolló el Toyota Production System (TPS), que se convirtió en la base de Lean Manufacturing. Taiichi Ohno y Shigeo Shingo fueron los principales arquitectos de TPS, enfocándose en la eliminación de desperdicios (muda), la mejora continua (kaizen) y el respeto por las personas. En los años 80 y 90, los principios de TPS comenzaron a difundirse globalmente bajo el término "Lean Manufacturing." La publicación del libro "The Machine That Changed the World" en 1990 escrito por James Womack, Daniel Jones y Daniel Roos popularizó a Lean.
Raíces de Six Sigma
Six Sigma por su lado tomó fuerza en EEUU con Motorola en la década de 1980. Bill Smith, un ingeniero de Motorola, propuso la metodología como una forma de mejorar la calidad de los productos y procesos mediante la reducción de la variabilidad y los defectos. El término "Six Sigma" hace mención al parámetro estadístico de desviación estándar, refiriéndose a lograr un nivel de calidad de no más de 3.4 defectos por millón de oportunidades.
En los años 90, Jack Welch, CEO de General Electric adoptó Six Sigma como una estrategia central para mejorar la calidad y la eficiencia en GE. Bajo su liderazgo, la metodología fue ampliamente reconocida y adoptada en diversas industrias. Six Sigma utiliza el enfoque DMAIC (Definir, Medir, Analizar, Mejorar, Controlar) para la resolución de problemas y la mejora de procesos. Este enfoque estructurado y basado en datos (no en suposiciones) permite identificar y eliminar causas de defectos y variaciones en los procesos.
¿Y que se busca obtener al utilizar Lean Six Sigma?
Como se aprecia de lo comentado, ambos enfoques son la pareja perfecta buscando objetivos parecidos, entonces se combinan las fortalezas de estos métodos, buscando generar el máximo de valor posible a través de buenas prácticas y control estadístico. Los objetivos normalmente consisten en eliminar el error desde su origen, evitar el retrabajo y sacar el máximo partido posible a todas las entradas que una planta pueda tener, mejorando la eficiencia, reducir los costos y aumentar la calidad en diversas industrias.
La aplicación en sí de Lean Six Sigma no es una fórmula milagrosa, sino que pretende generar algunos cambios que lleven el proceso a la perfección misma y sostenerlos en el tiempo. Y como la perfección no existe, las posibilidades de mejora son enormes. Algunos ejemplos podrían ser el reducir el tiempo de ciclo de producción en un 25%, disminuir los defectos en un 30%, reducir costos de producción en un 15% y mejorar la eficiencia energética en un 20%. (Los porcentajes aquí son solo a modo de ejemplo).
¿Y cómo se usa?
La metodología es simple (aunque no es fácil), requiriendo altas dosis de disciplina y sentido común. Al tener sospechas de que un problema existe, su descripción necesita estar escrita en un acta, correctamente identificada y estructurada con información relevante, idealmente a través de 5W y 2H. Se requiere igualmente tener un business case que justifique el proyecto, con un beneficio claro al cual perseguir, y donde su duración no debería ir más allá de los seis meses. Si el proyecto se prolonga por encima de eso, quizás estemos hablando de un proyecto de inversión estándar.
Cuando se define el problema, se realizan mediciones, se analizan, se implementa un plan para corregir y se controlan los resultados; de allí proviene la sigla DMAIC.
El enfoque a seguir como siempre dependerá del tipo de industria donde se esté trabajando y de las habilidades del Project Manager a cargo. Por ello, mi consejo es considerar tener algún cinturón en la metodología, siendo un conjunto de herramientas versátiles dentro del vasto arsenal de habilidades que necesita poseer el PM.
Lo importante aquí, para finalizar, es comprender la existencia y los beneficios de Lean Six Sigma: contar con procesos más eficientes, generar productos de mayor calidad y sostener una ventaja competitiva en el mercado global.
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