Cuando no lo sabes todo, ni lo puedes todo: El camino para crecer y ser un Project Manager de Excelencia.

Seriedad, profesionalismo, tener siempre todo bajo control y estar imperturbable en todo momento, son los estándares cada vez más cuestionados acerca de nuestro comportamiento en las áreas de trabajo. Esto es especialmente acentuado en profesiones STEM, donde el foco académico y formador de jóvenes se orienta a generar respuestas exactas, deducidas o de memoria, sobre temas que necesitan mucho dominio de ciertas ciencias. Para compensar la falta de formación en aspectos humanos, a veces las mallas curriculares brindan uno que otro ramo sobre liderazgo o habilidades blandas. O emprendimiento 🙂.

Emilio Alvarado Perez

8/21/20242 min read

Seriedad, profesionalismo, tener siempre todo bajo control y estar imperturbable en todo momento, son los estándares cada vez más cuestionados acerca de nuestro comportamiento en las áreas de trabajo. Esto es especialmente acentuado en profesiones STEM, donde el foco académico y formador de jóvenes se orienta a generar respuestas exactas, deducidas o de memoria, sobre temas que necesitan mucho dominio de ciertas ciencias. Para compensar la falta de formación en aspectos humanos, a veces las mallas curriculares brindan uno que otro ramo sobre liderazgo o habilidades blandas. O emprendimiento 🙂.

Pues bien, la dirección de proyectos no está ajena a estas normas. Muchos profesionales de la ingeniería se ven inmersos en un mar de problemas muy diferentes de los que pueden resolverse con herramientas informáticas. Un mar de carácteres, personalidades, comunicación no verbal, intereses, malentendidos, urgencias que no son urgentes y los 50 tonos de gris que pueden llegar a existir entre lo “bueno”o lo “malo” conforman el escenario laboral y todos esperan tu máximo resultado en el mínimo tiempo.

Es allí donde el profesional recién egresado puede entrar en pánico y desilusionarse del sistema, confundirse o cuestionar si realmente debió haber usado varios años de su vida estudiando un tema particular.

Pues bien, mi mensaje aquí es de aliento. Todo lo estudiado sirve, y los años invertidos en una casa de estudios si dan sus frutos. Tus habilidades “duras” las has entrenado con gran esfuerzo y posees un buen dominio de ellas. Lo que pasa es que esta formación está incompleta y necesitamos redireccionar nuestro foco. Los ingenieros cometemos el error de creer (estamos entrenados para ello en realidad) que mientras más conocimientos técnicos tengamos, mayor será nuestra tasa de éxito. Craso error, ya que si no tenemos una definición personal clara y propia (no copiada) de lo que significa éxito, seguiremos inyectando recursos y tiempo a perfeccionar conocimientos sobre el mismo tema, haciendo así aparición la nunca bien ponderada Ley de los Rendimientos Decrecientes. Entonces los postgrados, diplomados, másteres, certificaciones y un eterno etcétera ofrecido ya no generan diferenciación y conducen a un malgasto de recursos incapaces de otorgar los beneficios esperados.

La Dirección de Proyectos es una especialidad que utiliza herramientas propias y que se encuentra en evolución permanente. Aquí se necesitan otra clase de aprendizajes adicionales que permitan mejorar nuestra relación con las personas y obtener lo mejor de ellas, porque estamos constantemente buscando optimizar las relaciones y el rendimiento del trabajo humano, con recursos limitados dentro de un tiempo limitado. Tanto del trabajo propio como de aquellos que están en relación con nuestro proyecto.

Entonces, necesitamos conocer sobre las emociones y sobre cómo conectar saludablemente con ellas. Necesitamos saber sobre motivación, relaciones interpersonales, liderazgo, coaching, marketing, negociación, comunicación, autoconocimiento y autoayuda. Necesitamos entender qué es vender y cómo vender. Necesitamos capacidades de oratoria y presentación, quizás uno o dos idiomas diferentes. ¿Gestión de equipos virtuales? Por supuesto. ¿Inteligencia artificial? También y sin ninguna duda. Necesitamos permanecer siempre a la vanguardia.

Con lo anterior no estoy afirmando que los estudios técnicos no sirven, sino que debemos ampliar notoriamente nuestra formación personal y profesional hacia las áreas que nuestra labor como PM lo requieren.

Así que la reflexión que quiero compartir hoy es,

¿Qué estoy haciendo hoy y que necesito hacer para crecer y convertirme en un Director de Proyectos de excelencia?

Un abrazo!!